Cocaína

Los Orígenes de la Cocaína

La cocaína es una potente droga estimulante derivada de las hojas de la planta de coca, originaria de Sudamérica. Los pueblos indígenas han masticado hojas de coca durante siglos por sus efectos energizantes. A finales del siglo XIX, científicos occidentales aislaron el clorhidrato de cocaína y lo promocionaron como remedio médico para la fatiga, la depresión e incluso el dolor de muelas.

La cocaína se utilizaba ampliamente en tónicos, elixires e incluso en la fórmula original de la Coca-Cola. No fue hasta principios del siglo XX cuando se reconocieron ampliamente sus propiedades adictivas y sus peligros para la salud, lo que llevó a una regulación más estricta y, finalmente, a su criminalización.

UN CÍRCULO VICIOSO

En el pasado, se creía que la cocaína era un estimulante seguro y eficaz. Sin embargo, a medida que crecía su popularidad, especialmente entre profesionales, artistas y soldados, también lo hacían los informes sobre psicosis, comportamiento violento y dependencia.

A pesar del endurecimiento de las regulaciones, el consumo recreativo aumentó, especialmente en la vida nocturna y en los círculos sociales de élite. En las décadas de 1970 y 1980, la cocaína se convirtió en un producto glamuroso, pero esto vino seguido de oleadas de adicción, sobredosis y la aparición del crack, una variante más barata y fumable.

La adicción a la cocaína sigue siendo un problema de salud pública a nivel mundial que afecta a consumidores de todos los orígenes.

¿Qué aspecto tiene la Cocaína?

En su forma más común, la cocaína es un polvo cristalino blanco y fino. También puede aparecer como blanquecino o ligeramente granulado, dependiendo de su pureza y de los aditivos que contenga. La cocaína suele «cortarse» con sustancias como bicarbonato sódico, talco o anestésicos locales para aumentar los beneficios, lo que aumenta considerablemente el riesgo para los consumidores.

La cocaína se suele esnifar, frotar en las encías o inyectar. En su forma procesada y fumable, se convierte en crack.

Incluso una pequeña cantidad puede ser peligrosa, especialmente cuando se combina con alcohol u otras sustancias.

Los Efectos Destructivos de la Cocaína

DAÑO INMEDIATO

El efecto inicial es una «euforia» rápida y repentina, seguida de una estimulación intensa, estado de alerta y confianza. Pero estos efectos desaparecen rápidamente, dejando al consumidor con una sensación de ansiedad, irritabilidad y deseo de consumir más.

EFECTOS A CORTO PLAZO

• Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

• Estado de alerta y nerviosismo extremos.

• Pérdida de apetito.

• Aumento de la temperatura corporal.

• Dilatación de las pupilas.

• Náuseas.

• Espasmos musculares.

• Comportamiento violento o errático.

• Ansiedad, paranoia.

• Riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular o convulsiones.

  
  

EFECTOS A LARGO PLAZO

Con el uso continuado, la cocaína daña gravemente el corazón, el cerebro y el bienestar emocional:

• Daño permanente a los vasos sanguíneos.

• Anomalías en el ritmo cardíaco.

• Problemas respiratorios.

• Hemorragias nasales y daños en las fosas nasales (por inhalación).

• Alucinaciones o «psicosis por cocaína».

• Depresión grave o pensamientos suicidas.

• Trastornos del sueño.

• Disfunción sexual.

• Mayor riesgo de accidente cerebrovascular y convulsiones.

• Riesgo de sobredosis, especialmente cuando se mezcla con otras drogas (como el fentanilo).

Cambios de Comportamiento

• Hiperactividad y locuacidad

• Comportamientos arriesgados o toma de decisiones erróneas

• Paranoia o alucinaciones

• Comportamiento agresivo o impredecible

• Repentinos arrebatos de confianza o euforia.

• Hábitos reservados o desapariciones frecuentes

  
  

Cambios Físicos

• Pupilas dilatadas

• Respiración irregular, hemorragias nasales

• Pérdida de peso

• Aumento de la sudoración

• Apretamiento o espasmos de la mandíbula

• Inquietud o insomnio

• Marcas de quemaduras (si se fuma o se inyecta)

  
  

Cambios Sociales

• Aislamiento de la familia o los amigos

• Cambio repentino en el grupo de amigos

• Deterioro laboral o académico

• Problemas legales o financieros

• Descuido de las responsabilidades u obligaciones

• Consumo continuado a pesar del daño a la salud o las relaciones