Inhalantes
Los inhalantes son los vapores de sustancias tóxicas que se inhalan para alcanzar un efecto eufórico rápido. Hay más de 1000 productos domésticos y otros productos comunes que pueden consumirse como inhalantes.

¿CUÁL ES SU ORIGEN?
Los inhalantes incluyen sustancias químicas que se encuentran en productos domésticos tales como aerosoles, líquidos de limpieza, pegamento, pintura, diluyente de pintura, quitaesmalte, nitrito de amilo* y combustible para encendedores. Se inhalan o se «aspiran» (acto de inhalar vapores).
La mayoría de ellos producen efectos similares a los de los anestésicos, que ralentizan las funciones del organismo. Tras una euforia inicial y una pérdida de inhibición, se produce somnolencia, mareos y agitación.
Las sustancias químicas se absorben rápidamente a través de los pulmones y pasan al torrente sanguíneo, llegando rápidamente al cerebro y a otros órganos, lo que en ocasiones provoca daños físicos y mentales irreversibles.
Los inhalantes afectan al cerebro. Cuando se inhalan sustancias o vapores por la nariz o la boca, pueden causar daños físicos y mentales permanentes. Privando al cuerpo de oxígeno, obligan al corazón a latir de forma irregular y más rápida. Las personas que consumen inhalantes pueden perder el sentido del olfato, sufrir náuseas y hemorragias nasales, y desarrollar problemas hepáticos, pulmonares y renales.
El uso continuado puede provocar una reducción de la masa muscular, el tono y la fuerza. Los inhalantes pueden hacer que las personas sean incapaces de caminar, hablar y pensar con normalidad. Gran parte del daño se produce en el tejido cerebral cuando los vapores tóxicos se inhalan directamente en los senos paranasales.
NOMBRES DE CALLE:
• Poppers
• Whippets
• Gas de la risa
• Rush
Efectos a corto plazo:
Además de lo anterior, los inhalantes pueden matar a una persona por ataque cardíaco o asfixia, ya que los vapores inhalados sustituyen al oxígeno en los pulmones y el sistema nervioso central.
